20 de febrero de 2013

El cafe

En cualquier parte del mundo, el sexo es la quintaesencia del poder. Por eso aquel dia, ella se sentia poderosa, lista para tomar las riendas de lo que, aunque ella todavia no lo sabia, se intuina un dia emocionante.

Se encontraba caminando por la calle, paseando tranquilamente, viendo como pasaba la gente a su lado, pero realmente no les veia, solo no taba la presencia, pero no la veia. Su mente la ocupaba el, aquel que habia encendido en ella una pasion descontrolada, imposible de medir, sus deseos mas bajos y ocultos. No sabia que hacer para quitarse el deseo que sentia por aquel desconocido y tampoco queria quitarselo, ella era feliz deseándolo, pensándolo...

Solo por recordar algunas de las palabras que habia escrito ese desconocido, su vientre se agitaba, su cara enrojecia, y ademas por si fuera poco, el interior de sus muslos temblaba. No quería recordarlo, pero era inevitable, le gustaba pensar en el a su lado, follando en cualquier parte o postura, todo le recorbada sus ansias por poseerlo, por tener su cuerpo para ella. No, tenia que hacer algo para distraerse, asique penso en ir a tomar un café y leer la prensa. Entro en la primera cafeteria que encontro, se sento en una mesa a esperar al camarero. Abrio el periodico, quiza su lectura distraeria sus pensamientos y sus ideas lujuriosas. Pidio su café y echo una ojeada al diario, nada nuevo, sucesos, muertes, politicos corruptos... Cinco minutos mas tarde, su pensamiento volvio al comienzo de su odisea, pensaba en el, en su cuerpo. Le gustaba pensar en las posibilidades que tendria si el estuviera a su lado, pero no queria correr el riesgo de frustar sus deseos mas intimos. Miraba a la gente que estaba en la cafeteria, nada especial, un par de estudiantes y dos chicas muy animadas, riendose a carcajadas, pero ella no las oia, su mente estaba procesando la necesidad de el, de tener su cuerpo y sus manos para ella. Decidio que debia irse de regreso a su casa, se levanto, se acerco al mostrador y pidio la cuenta. Metio la mano en su bolso para coger la cartera, pero lo primero que encontro fue su movil, lo saco para revisar si tenia algun mensaje y si, habia dos y eran .. de el.

El le habia dicho que si le apetecia tomar un café juntos. Se quedo sorprendida, no esperaba el mensaje y se quedo mirando la pantalla... Y entonces sucedió, no lo penso, miro el nombre del sitio donde estaba y solamente escribio:

  • Te espero en la cafeteria del hotel Rench en media hora

No escribio nada mas, apago su telefono y pidio otro café. No queria saber si el le respondia SI o NO, pronto lo averiguaria. Se sento nerviosa en la misma mesa que habia ocupado hasta ese momento. Sintio la necesidad de cruzar las piernas, ahogando la sensacion de placer que le producia la idea de verlo, olerlo, sentir su presencia cerca. Quiza, tambien ocurriera que el no quisiera o no pudiese acudir a la cita, pero un presentimiento logro hacerla pensar que si lo haria... tenia que hacerlo.

Habian hablado en varias ocasiones, casi siempre por mensajeria instantanea, aunque un par de veces lo habian hecho por telefono... le gustaba su voz. Era un complemento perfecto a lo que ella habia visto o vislumbrado de el por las fotos que le mandaba. Queria verlo en conjunto, su cara, su cuerpo, ese cuerpo que tantas veces ella habia admirado, pero esta vez queria algo mas.

Nerviosa y con las piernas cruzadas, no dejaba de mirar la entrada a la cafeteria, ya habian pasado veinte minutos y faltaba poco tiempo para sacar su mente de dudas, pero no tuvo que esperar mas, se abrio la puerta y ...aparecio el. Alli estaba, tal y como se lo habia imaginado. Vio como se acercaba a su mesa, en unos pasos que a ella le parecieron una eternidad. Llego, la saludo, los dos besos de rigor, se sento y pidio un café. A saber lo que el estaba diciendo, ella, no le oia. Sin esperar por su café, ella se levanto, lo cogio de la mano, y comenzo a caminar hacia el vestibulo del hotel. El le pregunto que hacia, ella no hablaba, solamente le llevaba de la mano, hasta llegar a la recepcion del hotel.

  • Una habitacion por favor, gracias.

El la miraba un tanto asombrado, pero al ver la mirada de ella, puesta en sus ojos, supo que no tenia mas remedio que dejarse llevar.

  • Gracias, cargue las consumiciones de la cafeteria en la cuenta.

Una vez en el ascensor, selecciono el numero de piso correspondiente, lo miro, no le dijo nada, simplemente, lo mio a los ojos... Llegaron al corredor, buscaron su numero de habitacion y entraron.

Era una habitacion coqueta, con una cama enorme, una salita con una mesa y dos sillas y un sofa pequeño, pero seguramente muy comodo. Cerro la puerta tras de si y apoyo su espalda como queriendo impedir que esa puerta no se abriera jamas. Le miro, quiso verlo bien, parandose en cada detalle. Iba vestido con unos vaqueros y una sudadera, su cara...todo un poema, Ella decidio que si tenia que pasar, el tendria que dar el primer paso, no queria forzarlo mas de lo que ya lo habia hecho y en mitad de estos pensamientos el se acerco, rapidamente, casi sin esperarlo....y la beso, la beso con deseo con pasion. Puso sus manos en su espalda y en su culo, agarrandola fuertemente, para que notase el beso, con su lengua humeda y caliente, avida de ser correspondida. Ella tomo su cara, acaricio su cuello y se entrego a lo que tanto deseaba.

Rapidamente, comenzo a arder el fuego, sin perder tiempo, aunque ella tenia miedo de dejar que el notara lo encendida que estaba, pero ya era tarde, las manos de el estaban dentro de sus bragas, notando la humedad que desprendia su sexo, suave, y muy mojado. Ahogando un grito, ella echo la cabeza hacia atrás, disfrutando del juego que el habia comenzado entre sus piernas. Le gustaba tanto la sensacion que le dolia, y quiso comprobar si el sentia lo mismo, asique acerco la mano a su entrepierna y vio que la sensacion le gustaba. Tenia el pantalon aun abrochado, pero ella podia notar su polla dura y deseosa de ella. Habia comenzado la guerra entre sus ropas, que iban cayendo poco a poco, entre besos, caricias lascivas y sus pensamientos llenos de lujuria.

No se dio cuenta de como, pero habian llegado al borde de la cama, el la empujo suavemente para que se reclinara, y asi lo hizo, dejandose llevar. El se quito la sudadera mientras ella le miraba, echada en la cama, con los codos apoyados en las sabanas, queria recrearse mirandolo, viendo todo lo que ella habia deseado durante tanto tiempo. Entonces, el se arrodillo, abrio sus piernas y le bajo las bragas, hasta dejar libre su coño mojado y excitado. Hundio su cabeza, besando el interior de sus muslos, subiendo lentamente, despacio, lamiendo todo lo que encontraba a su paso, sin piedad. Ella arqueo la espalda por el puro deseo de que llegase a su sexo, que lo besara, lo lamiera, que la hiciera correrse una vez, una sola vez, lo necesitaba ya. Treinta largos segundos despues de sus besos en los muslos, el llego por fin a la zona deseada, primero beso su sexo, ardiente deseoso de caricias, lamiendolo suavemente, deleitandose en su clitorix hinchado por tanta excitación, y en breves momentos, ella le pidio que parase porque sino, le llenaria la boca con su placer. No quiso atender su peticion, el siguio, hasta que ella chillo de placer cuando llego su orgasmo e involuntariamente ella agarro la cabeza de el y la empujo aun mas hacia dentro de sus piernas. Una locura... se habia corrido en tiempo record, pero no estaba conforme, asique se levanto, queria mas, mucho mas.

Dijo al chico que se levantara, que le besara, que queria probar el sabor de su sexo en sus labios, a lo cual el accedio gustosamente. Mientras se deleitaban ambos con la lengua el uno del otro, ella aprovecho para bajar la cremallera de su pantalon y meter la mano por dentro de su boxer, queria notar la excitación que tenia ese hombre por ella. Se arrodillo, poco a poco, lamiendo el vientre de el, despacio, recreandose en cada centimetro, al mismo tiempo que liberaba su polla del opresor. La vio recta, dura, deseosa de su boca. Beso la punta y lamio todo aquello que le ofrecian, se la metio profundamente, hasta llegar casi a cubrirla del todo, con movimientos suaves, delicados, queria que el disfrutase como lo habia hecho ella. Cada vez que se la metia en la boca, aumentaba la excitación del hombre, ella asi lo sentia, pero el no queria acabar aquello tan pronto, asique tomo su cara entre sus manos y le susurro:

  • No, basta, no quiero acabar esto asi...

Se dejo llevar, era lo que queria, era lo que deseaba, el la desvistio por completo, dejandola desnuda frente a el, se quito los pantalones y el boxer. Ahi estaban los dos, frente a frente, deseandose como locos. Ella queria ser follada, queria ser poseida por aquel cuerpo desnudo que estaba viendo. Sin mediar palabra, el la reclino y se puso encima de su cuerpo, sin penetrarla aun, solo besando sus pechos, luego su cuello, luego su boca... Ella notaba la dureza de su polla contra sus muslos, la deseaba mucho, pero el no parecia estar dispuesto a darsela aun, asique abrio sus piernas, las puso por detras de su espalda y lo obligo a meterse, completo, dentro de su sexo. Para ella fue como una invasion de su cuerpo, llena de sensaciones y gozo, queria tenerla quieta un momento, asi toda entera dentro. Sabia que el no tardaria en querer moverse, embestirla como ella lo deseaba, asique, aflojo un poco sus piernas y permitio que el se la follara sin remedio. Los movimientos eran lentos y profundos al principio, pero luego se fueron tornando cada vez mas fuertes y rapidos. Ella moria de placer, estaba a punto de correrse de nuevo y el lo sabia, asique, decidio parar de golpe... Con extrañeza, ella le miro y le pregunto porque habia echo eso, sin mediar palabra, le dio la vuelta y se encontro estirada, boca abajo, notando como el se arrodillaba en la cama y haciendo uso de sus rodillas, separaba sus piernas para dejar su culo y su sexo a la vista. No ocurrio nada, solo oia que el jadeaba observandola asi, indefensa, a su merced, pero ocurrio entonces, se echo encima de ella y le penetro su coño caliente con fuerza, embistiendola salvaje y duramente, en unos segundos el segundo orgasmo de ella no tardo en aparecer. Mientras se corria, noto sus piernas rigidas y la palpitacion de su sexo, las contracciones de placer que el le habia provocado con su follada tan brutal y lujuriosa. Eso, no iba a quedar asi, no. Decidio que no habia tiempo que perder, se incorporo aun con las piernas tembalndo, lo cogio por el cuello, lo beso apasionadamente y le dijo:

  • Tu me has hecho disfrutar, ahora me toca a mi.

Lo ayudo a tumbarse boca arriba, el se dejo hacer y como una yegua en celo, se monto encima de su polla mas dura a cada momento, se la metio hasta el fondo de su coño recien corrido y le hizo gritar de placer. Subiendo y bajando, ella se movia lentamente, hasta que decidio tenerla toda dentro solo moviendo sus caderas, primero en circulos y luego de alante hacia atrás, queria notarla y sentirla toda. Puso sus tetas a disposicion de la boca de el, para que las mordiera, las chupara, las besara, queria darselas...todas para el. Que delicia ser multiorgasmica penso, voy a correrme de nuevo y a llenarle la polla con mis fluidos, y asi fue, la excitación de tener las tetas en su boca y su polla dura metieda del todo en su sexo, provoco otro orgasmo en ella, esta vez mas corto, pero muy intenso. Al finalizarlo, despues de las ultimas palpitaciones de su clitorix, ella quito su cuerpo de encima de el y se puso, cual perra a cuatro patas, ofreciendole lo que el quisiera tomar. Fue el deseo de aquel hombre lo que hizo que la agarrase por las caderas y se la follara como la zorra que era, deseando llenarla con su corrida, estallar dentro de ella, pero no, logro resistir las ganas, queria terminar en su boca. Salio de ella, y puso su polla en su boca, pidiendole que se la chupara hasta el final, que queria correrse en su boca y ella asi lo hizo, lamio, comio su polla como una poseida, sin dejar de mirar a los ojos de su amante, ojos encarnecidos por el deseo, cada vez mas vigoroso.

Ella noto dentro de su boca, que se acercaba lo que mas deseaba, que le llenase la boca de su placer, de su corrida caliente, era lo que anhelaba desde que le conocio. Loco de placer, el no se pudo contener mas y estallo de puro placer dentro de la boca de ella, y fue tan abundante su orgasmo, que el semen salio y fue cayendo por sus tetas hasta su ombligo...


Saciados el uno del otro, los dos por fin, se tumbaron en la cama de aquella tarde noche improvisada, y a ella le quedo la sensacion de querer mas, de follar con el una y mil veces mas, pero, diez minutos mas tarde, sono la voz de ella mientras abria la puerta de la habitacion, para cerrarla despues .


  • He de irme, pero espero que me invites algun dia a otro café.

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