30 de agosto de 2012

Relato porno: El cuadro de Valentina

Con los cabellos casi canos, su apariencia era la de una mujer mayor, pero nada mas lejos de la realidad. Sus largos periodos de soledad en el jardin con su caballete y sus pinceles, le habian pasado factura.

Su rutinadiaria era tan sumamente metodica que realmente, no sabia ni siquiera en que dia estaba. Su unica compañia, eran su arte y su gran imaginacion. Compañeros incansables e incondicionales. sus pinceles habian sido algo mas que meros utensilios para dibujar sus cuadros, le habian dado felicidad y calor en los dias frios en el jardin.




Valentina era una mujer atada a sus pasiones, pero con una gran frustacion, solo habia conocido el amor a traves de su imaginacion. Virgen y solitaria, se masturbaba a menudo pensando en los personajes que dibujaba, ya fuesen hombres o mujeres. Su deseo mas anhelado era ser poseida por alguien que comprendiera su arte y su forma de ver los colores de su alrededor.

Un dia, ensimismada con un cuadro en el que pintaba un rey junto a su querida esposa, soño que ella misma les daba vida con sus pinceles. Tanto es asi, que por un momento creyo que que los personajes salian del lienzo poco a poco, como si no tuvieran prisa para llegar a su lado. Solo podia ver como aquellos cuerpos se despegaban del caballete y cada vez con mas nitidez, iban tomando forma. El era fornido, maduro, quiza algo bajito, pero con un porte majestuoso que le daba cierto grado de erotismo. Ella era menuda, con la tez sonrosada por la juventud y un cuerpo esbelto y goloso. Lo que alli ocurrio despues, era algo inesperado.

Se pusieron uno a cada lado de Valentina y acercaron sus manos para rozarla con las yemas de sus dedos. Aquellas caricias hicieron que nuestra artista notara como poco a poco, la humedad de su interior fluyera hacia sus braguitas y sus pezones se erizasen como si de hielo fueran los dedos que la rozaban. Se dejo caer encima de la hierba muy despacio, admitiendo la vision de aquellos dos cuerpos semidesnudos como estaban, pues todavia no habia terminado de pintarlos.

Una vez tumbada y desnuda por aquellos que la deseaban, noto que el calor daba paso a un fuego mucho mas pasional que el mismo infierno. La mujer del cuadro se arrodillo para abrir suavemente las piernas de Valentina, metiendo su cabeza entre las rodillas para aspirar el aroma de su sexo
mojado y brillante por los rayos del sol. Sintio como la mujer miraba a su esposo y le decia algo con los ojos. Valentina no sabia que estaba ocurriendo, pero no podia dejar pasar el hecho de que estaba excitadisima ante la idea de no saber que vendria despues. Cerro sus parpados y se dejo llevar.

Noto como algo puntiagudo penetraba por su coñito aun virgen despues de tantos años. Acerto a ver, entrecerrando sus ojos vidriosos, que la bella joven habia tomado uno de sus pinceles para jugar con el dentro de su excitacion, pero de repente aquella situacion ceso. Los ojos cerrados fueron vendados con algo que al tacto parecia lienzo del que ella utilizaba para poner en las maderas. No supo mas hasta que cerca de sus rodillas se poso una lengua maldita, si, maldita por lo angustioso de su
retardo a llegar a su parte mas intima. La suavidad de las caricias que sentia en sus pechos, la ponian cada vez mas mojada y aceleraban su corazon. Ella sabia a quien pertenecia cada organo usado en los quehaceres amatorios, sabia que la lengua suave y delicada pertenecia a la bella joven y que las manos que acariciaban sus turgentes pechos eran las del rey de su cuadro.

Si ya tenia el coño bien humedo, el sumun fue cuando la mujer lamio su clitorix como si del mismo mana se tratase. Dos lamidas, tres a lo sumo y Valentina logro su primer orgasmo. Aquello era mucho mas de lo que hubiera deseado, pero menos de lo que le iba a suceder. Rapidamente y despues de haberse corrido, noto como la chica la besaba con el sabor de sus jugos todavia en la boca, excitandose de nuevo ante el olor de su propio sexo. Las manos fuertes del varon, volvieron a separar sus muslos llenos de su corrida y sintio como el peso del formido cuerpo masculino se tumbaba
sobre su vientre. Algo caliente se acercaba a su mojado coñito y sabia perfectamente que iba a ser penetrada por primera vez. Mientras el hombre encontraba la posicion idonea para perforarla, ella iba escuchando las palabras que su esposa susurraba al oido.

Le decia que se relajase, que todo iria bien y que simplemente, era elmomento de desvirgarla. Valentina tenia miedo, pero el calor era mas fuerte que ella y las caricias a las que era sometida eran tales que todo su cuerpo pedia a gritos polla en su interior. La primera embestida, firme y con la polla de nuestro caballero bien dura, rompio por primera vez el himen de la pintora, causandole un fuerte dolor. Cinco segundos despues, sintio como una corriente recorria su bajo vientre y en poco mas, tuvo su segundo orgasmo. Aquel hombre, aun despues de saberla bien corrida y con las piernas pringosas de sus flujos, no cesaba en su empeño por penetrarla una y otra vez y excitado por la vision de su cara extasiada de placer, se dejo vencer por sus anhelos y dejo que la leche caliente se derramase dentro de ella.

Una vez retirada su gran polla de aquel coño, virgen hasta aquel momento, pidio a su esposa que utilizase la boca para secar todos los jugos derramados, a lo que ella accedio con mucho entusiasmo.

Para Valentina era la oportunidad de probar semen de macho recien ordeñado, una de las
fantasias que tenia cuando pintaba hombres como aquel. Entre las dos, dejaron un rabo reluciente y lustroso, satisfecho por el desvirgamiento otrora efectuado.

Al abrir los ojos, nuestra querida pintora, se habia dado cuenta que, aun desnuda por lo ocurrido, los personajes de su cuadro habian desaparecido de la escena, de la misma manera que habian llegado... sin saber por que, ni como.

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